Desde hace más de 20 años, el artista francés Olivier Grossetête ha estado creando lo que él llama Construcciones Monumentales Participativas. Realizadas con la ayuda de las comunidades en las que trabaja, estas piezas arquitectónicas efímeras se levantan utilizando únicamente cajas de cartón y cinta adhesiva. Grossetête trabaja sin ayuda de máquinas, utilizando únicamente la ayuda de los participantes locales para dar vida a estas piezas de fantasía. Aunque esta arquitectura puede adoptar muchas formas, nos gustan especialmente los puentes flotantes de cartón, un tema recurrente en su obra.
Desde Japón hasta Francia e Italia, estos puentes se inspiran en la arquitectura local. A menudo elevados por globos, las instalaciones finales son una lección de física tanto como de arquitectura. Las piezas, que se diseñan y construyen a lo largo de una semana con la ayuda de entre 15 y 30 participantes en el taller, están pensadas para existir solo unos días. Al cabo de ese tiempo, son regresadas cuidadosamente a sus formas anteriores.
“Efímeras por naturaleza, como nosotros, estas construcciones monumentales participativas de cartón están destinadas a desaparecer. Por tanto, lo que está en juego es tanto el proceso, el viaje y la experiencia colectiva que proponen, como sus formas finales. Este puente ‘suspendido', inaccesible en esencia, nos conecta en última instancia con nosotros mismos: una imagen de nuestra relación con lo inefable”, comparte el artista.
Grossetête eligió trabajar con al cartón no solo porque es barato y fácil de encontrar, sino también porque, como material, no intimida. Al utilizar un material accesible para todo el mundo, es capaz de atraer voluntarios fácilmente para lograr el objetivo colectivo en poco tiempo. Y trabajando juntos, son capaces de construir impresionantes piezas de arquitectura que pueden pesar más de una tonelada y media.
Este verano, Grossetête participará en el Smithsonian Folklife Festivall de Washington, D.C., antes de viajar a Europa para trabajar en varios proyectos.
El artista francés Olivier Grossetête usa cartón y cinta adhesiva para crear gigantescos puentes flotantes.