El artista Sun-Hyuk Kim se inspira en la complejidad de los sistemas radiculares de las plantas para construir figuras humanas. De cada pieza escultórica brota una rama o un árbol pequeño, por lo que parece ser una especie de híbrido humano-botánico. Las grandes esculturas de acero incluyen fragmentos de rostros, cuerpos sin cabeza y figuras en cuclillas que parecen sostener un gran peso sobre sus espaldas.
Las esculturas minimalistas de Kim nos permiten proyectarnos sobre casa una de sus piezas. Todas comunican fragilidad: todos sabemos lo que se siente ser arrastrados en diferentes direcciones y lo incómodo que puede llegar a ser el crecimiento y cambio. Sin embargo, tener este conocimiento nos conecta y nos recuerda que la experiencia humana es vasta y siempre cambiante, igual que la de un árbol.
Si bien puede parecer que nuestros propios problemas son insuperables, Kim intenta demostrar en su trabajo que sólo somos una parte de un gran mundo. Siendo una persona espiritual, el artista logra poner las cosas en perspectiva. “Todos los días, en cualquier lugar”, dice,”me doy cuenta de que somos diminutos [comparados] con las obras de Dios”.
El artista Sun-Hyuk Kim crea esculturas de acero inoxidable que imaginan la figura humana como un complejo sistema radicular.
Sun-Hyuk Kim: Sitio | Instagram | Saatchi Art
h/t: [IGNANT]
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