La tortuga gigante de Galápagos (Chelonoidis niger) es una especie increíble. Estos enormes reptiles tienden a vivir más de un siglo y son endémicos de las Islas Galápagos. Además, estas reliquias vivientes pueden pesar más de 200 kilos y son difíciles de criar. Las estimaciones optimistas apuntan a que hoy en día hay entre 10,000 y 15,000 tortugas vivas en la naturaleza. Si bien estas criaturas ya son raras, una tortuga bebé que nació en un zoológico suizo es aún más inusual: esta pequeña tiene albinismo.
El Tropiquarium, un zoológico en Servion, Suiza, celebra la llegada de su miembro más nuevo. Los huevos fueron puestos por una hembra de 100 kilos el 11 de febrero y sus dos bebés nacieron el 1 y el 5 de mayo, respectivamente. Ambos pesaron 50 gramos al nacer y se les dio calor con una incubadora durante un mes. Ahora, los dos bebés han hecho su primera aparición pública. Solo uno de los dos tiene albinismo, una condición genética que impide la producción de melanina. El diminuto reptil tiene un caparazón blanco, piel blanca y ojos rojos (debido a que sus vasos sanguíneos son visibles).
“Nos sorprendió descubrir un bebé albino”, dijo el personal del zoológico en un comunicado. “Esta es la primera vez en el mundo que una tortuga de Galápagos albina nace y es mantenida en cautiverio”. Tampoco se ha registrado un caso así en estado salvaje. Los cuidadores del zoológico sospechan que el albinismo puede aparecer en 1 de cada 100,000 tortugas, aunque esto es especulativo. El gen es recesivo, por lo que las tortugas pueden portarlo sin que nadie lo sepa. Dos genes recesivos deben combinarse para manifestarse en forma física.
Los bebés son una adición maravillosa al zoológico, pero son todo un milagro por muchas razones. La tortuga gigante de Galápagos tiene una conducta agresiva al aparearse, ya que suele haber muchas mordidas. Cuando los bebés nacen en la naturaleza, los machos y las hembras son inicialmente indistinguibles. Sin embargo, las condiciones más cálidas durante la incubación producen hembras, mientras que las temperaturas más frías producen machos. Estas jóvenes criaturas también desaparecen misteriosamente durante los primeros cinco años de su vida. Se cree que se refugian bajo los escombros en su isla natal para esconderse de los depredadores. Alrededor de los cinco años, emergen de la tierra; para entonces, son lo suficientemente grandes para que los halcones no se los lleven.
No se sabe exactamente cuánto tiempo podría sobrevivir la nueva tortuga bebé, ya que el albinismo puede inhibir los mecanismos de supervivencia de un animal haciéndolo más vulnerable a los depredadores y la luz solar. Sin embargo, esta criatura única y su hermano son parte de una importante misión para salvar una especie amenazada. No está claro cómo el calentamiento global puede afectar la proporción de género entre las tortugas, pero es seguro que el cambio climático traerá nuevos desafíos para esta especie. El nacimiento de las crías de tortuga es, por tanto, digno de celebración.
Una tortuga gigante de Galápagos con albinismo nació en un zoológico de Suiza.
El albinismo puede aparecer 1 en 100,000 tortugas, por lo que su nacimiento se celebrará tanto por su singularidad como por su importancia para una especie amenazada.
h/t: [Live Science]
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